El desempleo roza el 22%, casi cinco puntos por encima de la mediaCrecen los temores de que vuelvan los problemas de drogas y alcohol de los 80
Los rostros del paro
Esteban Martínez carga con un carro por las calles de Badia del Vallès. Ha repartido propaganda durante tres días en los pisos de la ciudad que registra el mayor índice de desempleo de Cataluña. Es uno de los vecinos que sigue en la cola del paro de Badia, que engrosan unas 1.600 personas, el doble que a principios de 2008. Con la publicidad se ha sacado 70 euros. "En Navidad me llamaron para hacer una cocina, pero duró menos de 15 días", explica Esteban, forjado en el andamio, como su hijo, que también busca volver a coger la pala.
En dos años, la tasa de paro se ha doblado en el municipio: de fluctuar en el 11% se ha disparado hasta rozar el 22%, unos cinco puntos por encima de la media catalana. Al igual que a Esteban, la crisis dejó a Juan Gordillo fuera de la construcción. Se las vio hasta que se resignó a volver a casa de su madre. "Es el fracaso más grande, pero la otra opción era dormir en la calle", advierte Juan, que apura los 1.000 euros de la prestación que se le agota en mayo costeando los recibos del hogar y los estudios de la hija.
A Juan le da miedo ver a los jóvenes en la calle. Según los datos del Servei d'Ocupació, unos 200 chavales de Badia no tienen a qué dedicarse. Recuerda que la droga y el alcohol causaron estragos hace tres décadas: "Se cayó en la desidia y la situación se empieza a parecer".
En los 80 que Juan rememora, Esteban perdió el trabajo, pero sólo unos meses; ahora acumula ya dos años. "Voy cada mañana a las obras, a veces más de una vez, y dejó el número de teléfono. Pero ni llaman ni se acuerdan", cuenta Esteban, que cobra 426 euros al mes. Es el único dinero con el que trampea, porque su mujer espera desde hace una década una pensión por la minusvalía que padece.
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